Shannie, la primera azafata con Síndrome de Down

La fuerza tiene muchas caras  y una de ellas es el carisma y las ganas de vivir que caracterizan a Shannie, quien nació con Síndrome de Down y un defecto cardíaco además de una serie de defectos terminales en las vías respiratorias que la han llevado a luchar todos los días por mejorar su salud durante sus 17 años de vida.

Una sonrisa ante la vida

Después de varios viajes alrededor de E.U.A para visitar especialistas, finalmente en el 2016 fue sometida a una operación que le salvaría la vida, pero sorprendentemente cuando salió de la operación, su primera reacción fue cantar “Let it go” de Frozen, lo que dejó a todos los cirujanos impresionados por su entusiasmo ya que nunca habían visto que un paciente saliera de esa operación ni siquiera hablando y Shannie celebró cantando.

Buckelist

Después de esta cirugía la madre de Shannie le propuso hacer una lista de cosas que quisiera realizar y le prometió que ella le ayudaría a hacer realidad sus sueños pues sabía que la pasión por vivir de su hija es única.

El sueño hecho realidad

Durante sus múltiples viajes a visitar especialistas, Shannie y su madre conocieron a muchas azafatas y pilotos y de ahí nació su gran inquietud por convertirse en azafata y como parte de la promesa que su madre le hizo, decidió escribirle una carta a American Airlines para que le enviaran algún objeto significativo de la aerolínea, lo que no se esperaban es que AA, le ofreció celebrar su fiesta de cumpleaños a bordo de un avión además de hacerle llegar un uniforme oficial y una insignia para que pudiera vestirse como azafata y hacerla parte del personal cada vez que vuela.

Todos en algún momento hemos leído las famosas listas de cosas que deberíamos hacer antes de cierta edad o durante la vida, pero a veces olvidamos que la vida es hoy y el presente es lo único que tenemos, por eso estas historias son la muestra de que el regalo más grande que tenemos es la salud y la mejor forma de celebrarla es pensando en grande y hacer todo aquello que en algún momento quisimos pero no hemos hecho. Y tú ¿qué esperas para abrir tus alas?

Por María Fernanda Cisneros.